El entrenamiento funcional y el crossfit encabezan el ránking de las actividades más elegidas a la hora de buscar una alternativa para tonificar, modelar y quemar calorías.
El punto en común es que ambas disciplinas están basadas en circuitos de ejercicios. Aunque cada una tiene modalidades, objetivos y un espíritu diferente. ¿De que se tratan?
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El crossfit es una actividad de alta intensidad que usa ejercicios funcionales. Su filosofía es la de un entrenamiento al límite. Busca llevar la exigencia física al extremo y en ese proceso, se pueden producir errores y muchas lesiones.
En lo que respecta al desarrollo muscular, sin dudas, es de las mejores. Pero el nudo de la cuestión no está en su eficacia, si no en para qué se toman esos riesgos y si vale la pena un período de entrenamiento intensivo y luego, largos meses de recuperación por dolores o problemas ocasionados por el ejercicio.
En definitiva, puede ser una buena opción. Aunque, no para cualquiera. Si se lo elige, debería privilegiarse la prevención y la mirada personalizada, dos puntos que no suelen ser tomados en cuenta en esta disciplina.
El trabajo con pesas intensifica los resultados.
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Nuestro cuerpo es un aparato locomotor compuesto por diferentes piezas que generan tensiones mecánicas y deben estar en equilibrio para brindarnos salud física y prosperidad funcional. Para llevar al límite a nuestras capacidades, debemos prepararnos y no pasar por alto cuáles son los riesgos que tomamos. Así se disminuirán las posibilidades de lesión.
En ese sentido, el entrenamiento funcional se basa en el control del entorno de forma voluntaria. Considera una buena formación corporal, hace foco en el trabajo preventivo y de consciencia postural.
Sus puntos fuertes: da una mirada conjunta e integral al cuerpo, busca que el entrenamiento lleve al bienestar general y que pueda sostenerse en el tiempo.
Adecuar el entrenamiento a las necesidades personal evita las lesiones.
Una de las características es que durante la secuencia de ejercicios se tienen en cuenta tanto los músculos trabajados en ese momento, como los complementarios u opuestos a determinado ejercicio. Justamente, la mayoría de las lesiones se da en estos grupos musculares y así, se reducirán estos riesgos.
Además, es adaptable a todas las condiciones previas y a cualquier objetivo propuesto.
Los ejercicios de rehabilitación o de iniciación deportiva son de carácter funcional y por eso, se dice que es una disciplina ideal para quienes buscan salir del sedentarismo. Y también puede ser tan exigente como otras disciplinas. De hecho, es el método que utilizan los deportistas de alto rendimiento, como Las Leonas, Neymar, Roger Federer, los All Blacks, entre otros.
El entrenamiento funcional permite entrenar fuerte, pero de la manera correcta, teniendo en cuenta la evolución de cada persona y dejando de lado la idea de reducir al cuerpo a una masa de músculos, solo para ser exhibida.